Cuando yo era un
chaval nos pasábamos el día en la calle jugando con los amigos, con
un par de chaquetas nos hacíamos una portería y a jugar al fútbol,
jugábamos al hinque, etc.
Actualmente todo es
radicalmente diferente, se pasan el día con el ordenador o el móvil,
chateando con miles de personas, algunas a miles de kilómetros de
distancia y sin embargo nunca han charlado con sus vecinos. Van por
la calle con la mirada fija en el smartphone y tecleando de forma
autómata sin fijarse en su alrededor, aislándose de la realidad y
viviendo en un mundo ficticio.
Consolas con las que
juegan sin jugar, sin relacionarse con nadie y viviendo en mundos de
fantasía.
Ojalá esto cambie,
porque viviendo cada vez más aislados, convirtiendo en extraños a quienes forman parte de nuestro día a día y además en
una sociedad tan materialista, el futuro de la sociedad humana es aterrador.
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